Ticas hacen podio en Ironman 70.3 de Florida

la foto

Las ticas Mauren Solano y Johanna Solano participaron en el Ironman 70.3 de Florida obteniendo un excelente resultado al quedar primera y tercera respectivamente en la categoría 18 – 24 años.

Queremos compartir sus crónicas.

Mauren Solano

“Esa sensación de despertar y saber que hoy es el gran día es algo inexplicable ya que lo que se siente es nervios, ansias, competir, luchar, dolor de estómago, mariposas, sudor, felicidad, llorar, es un poco de todo pero el saber que estoy en otro país y voy a luchar por representar a Costa Rica es otro mundo y ahí es donde uno dice, que empiece esto ya!! …y que termine de la mejor forma; con un gran triunfo.

Pienso que lo más duro de hacer larga distancia  es el entrenamiento, ya en la competencia el sufrimiento es distinto y la motivación sobrepasa los límites.

Al ser las 7:18 am dan el pitazo de salida y ahora si, a lo que vinimos.  1900 metros de natación agua turbia, recorrido duro por la cantidad de personas, pero bueno en la natación me sentí bien, tuve buena ubicación y eso me ayudo, al salir del agua corrí hacia el rack. Agarre mi bicicleta para pedalear 90 km. Un recorrido duro, viento, plano, plano falso, columpios, un poco de todo. A la hora de correr eran 3 circuitos de 7 km en los cuales había que subir una gran cuesta larga y dura pero el apoyo de las personas era fuera de serie y hacían que el recorrido fuera muchísimo más fácil.

Al darme cuenta que sólo me faltaba 1 km para finalizar la competencia no sabía si llorar gritar o sonreír de la felicidad, una de las sensaciones más lindas es cruzar la meta y darse cuenta que todo el esfuerzo valió la pena. Gracias infinitas a todas las personas que me apoyan y principalmente a mi patrocinador Newton Store que hace realidad mis sueños con toda la ayuda que me brindan”.

Johanna Solano.

“Los nervios habían pasado ya desde hace algún tiempo. Creo que los habría sentido si no me hubiera sentido realmente lista para este día. Lo que sí me invadía era una gran emoción, casi no me creía el estar a punto de vivir esta experiencia.

Tuve una fuerte caída en bicicleta el fin de semana anterior, y por los golpes y quemaduras me tocó parar el entrenamiento esta última semana. Por un momento, me sentí realmente triste y desilusionada, pensé que mi oportunidad de hacer un buen papel había pasado. Pero en gran parte, me sentía tranquila porque confiaba en mí, y sabía lo que había entrenado para esto. Así que desde ese momento, simplemente decidí relajarme y dejar pasar lo que tuviera que pasar. De mi parte daría lo mejor, pero tampoco me estresaría, y sobre todo disfrutaría la oportunidad de vivir este evento. Creo que la caída me ayudó muchísimo mentalmente.

Llegó el día, sentía mucho frío y aún no había salido el sol cuando todos los atletas nos encontrábamos en las orillas del lago. Se avisa que se podrá usar “wetsuit” y el 90% de los atletas tenían uno. Yo no llevaba ninguno, pero no me estresé, de todas formas lo mío no es la natación (jajaja). Como estaba anunciado la salida fue a las 7:18am en punto. Comencé un poco acelerada, después me calmé al caer en la cuenta de todo lo que aún quedaba. Llevaba una membrana de protección en mis quemaduras del brazo izquierdo, que se cayó en media natación, y el brazo me empezó a doler muchísimo. Todo el esfuerzo recaía sobre el brazo derecho, porque el izquierdo tenía poca movilidad. Se acercaba el final de la natación, cuando sentí acalambrarme, me entró un susto terrible de que eso pasara ya que no veía ningún kayak cerca, así que dejé de patear por un rato y poco a poco seguir hacia la orilla del lago.

Siempre saliendo del agua me entra más calma, y más aún al agarrar la bici, que es mi parte favorita. Para no hacer el cuento largo, fue una ruta exigente, columpiada y con muchísimo viento en contra. Sin embargo, siento que la ruta me favoreció, ya que había entrenado fuerte bajo esas mismas condiciones durante los meses anteriores. Así que el ciclismo lo disfruté mucho, me sentí fuerte y aún más confiada.

Comencé el atletismo bastante arratonada y con dolor, así que sólo seguí las instrucciones de mi entrenador Dominique Cocusse (Team Newton): “Empieza suave hasta el kilómetro 13 o 14, después duro, si puedes.” La ruta era bastante dura, como ya me lo habían advertido: cuestas largas y empinadas; casi daban ganas de devolverse, jaja. Alrededor del kilómetro 8 me empecé a sentir muy bien, así que apreté el paso. Lo mantuve por buen rato, hasta que me empecé a sentir realmente cansada a falta de unos 3km. Apreté los dientes y aunque no podía ir más rápido, al menos traté de que no “se me cayera el piano”. Y bueno, listo! Con la meta a la vista, mi única preocupación ahora era sonreír para la foto!!”

Agradecemos la gentileza de las dos chicas por compartir sus experiencias.