Los ticos en el Mundial de Kona, Hawaii 2015

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En esta edición quizás la fortuna no estuvo con John Garita, pero su coraje y perseverancia nunca lo abandonaron. Su actitud le da el verdadero significado de ser un hombre de acero.

Aquí su relato:

“La natación siempre es complicada por el número de atletas, desde el inicio hasta el final tuve que ir muy atento para evitar golpes pero cada vez que pasabamos una boya se hacía una especie de embudo y hubo patadas y codazos. Me parece al final que me guardé mucho en la natación.

El plan en la bicicleta era hace 90km un poco guardado para luego apretar el último tercio del ciclismo porque es la parte más dura y muchos atletas bajan el ritmo, sin embargo, al 91km más o
menos, justo después del retorno sentí baja la llanta, me detuve un momento para revisarla y estaba muy baja, no estaba seguro si cambiar el neumático o solo inflarla. No podía creer que había pinchado. Al final decidí cambiar, como a los 4k, la llanta volvió a pinchar y esta vez explotó, por poco y me voy al suelo. Ya no tenía otro neumático extra y lo que hice fue revisar la llanta
minuciosamente para ver que estaba causando el problema, le vi vuelta por todo lado y no encontré nada, tal vez por estar en la competencia y querer salir del apuro rápido. Al no tener repuesto, empecé a gritarle a los otros competidores que me tiraran un neumático adicional si tenían, la mayoría obviamente, no quería detenerse, finalmente como a los 10 minutos de estar gritando como loco y ya un poco desalentado un buen hombre paró y me dio un neumático. Lo monté y seguí rodando, y para mi desmayo total volví a pinchar como los 120k mas o menos, realmente aún me cuesta creerlo, pero lo acepto; la realidad es que no puedo regresar, ya lo hecho, hecho está. Esta tercera vez tuve que esperar unos 30 minutos mientras llegaba el carro de
asistencia para conseguir otro neumático. Al final revisamos la llanta otra vez y montamos el
repuesto. Seguí pedaleando ya con otro objetivo en la mente.

Cuando empecé a correr el calor era matador, realmente corrí porque me gusta correr y porque en la vida he aprendido a luchar hasta el final. También tuve un poco de problemas estomacales y tuve que detenerme repetidas veces.

Realmente es una lástima que haya pasado así, pero bueno, saco lo provechoso y analizo la competencia con la cabeza fría para evitar que vuelva a ocurrir; un Ironman es duro, complicado y
y largo, especialmente Kona por el nivel de atletas, las altas temperaturas y los vientos que no dan tregua. Es un rompecabezas que tiene muchos detalles y variables; cada una de ellas amerita mucha atención. Han sido muchos días de entrenamiento, unos muy buenos y otros no tanto. Por ahora se cierra este ciclo. Estoy agradecido por todas las empresas y gente que estuvo involucrada en este proceso, me siento afortunado por haber competido ya en 2 Campeonatos Mundiales y haber podido cruzar la meta, es apenas mi 5to Ironman y lo mejor está por venir. Estoy muy positivo porque cada vez aparece más apoyo y cada año mejoro como atleta y persona”.