El triatlón es uno de los deportes de resistencia más exigentes. Todo ello conlleva tiempo, esfuerzo, dedicación y por tanto una exigencia mental importante. Por tal razón, hay una serie de aspectos psicológicos que pueden poner en peligro el rendimiento. Entre estos encontramos: el estado de ánimo, el exceso de ansiedad antes de competir, falta de motivación y de autoconfianza, falta de concentración, el exceso de preocupaciones, poco apoyo durante la carrera, y el bajo autocontrol emocional. No obstante, el tema que nos interesa profundizar hoy es: la lucha contra la fatiga y el dolor, pues son características predominantes de los deportes de resistencia.
De acuerdo con la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, el dolor es algo más que un simple proceso sensorial, es una percepción compleja que involucra niveles altos del sistema nervioso central y fuertes estados emocionales y procesos mentales.
El dolor puede provenir de la superficie corporal o del interior llamado el dolor visceral, y en los deportes como el triatlón, es una cuestión muy importante a la hora de competir. El dolor tiene como función emitir una señal protectora para el deportista, indicando que algo no anda bien en el cuerpo. Por esto, es lógico suponer intuitivamente que un individuo que tiene una alta capacidad de tolerancia al dolor durante el ejercicio tiene ventaja, en términos de capacidad de resistencia atlética, sobre los individuos con una menor tolerancia al dolor. Y es aquí donde se origina el reto para la mente del triatlonista, el poder cambiar el contenido de dicha señal protectora, por una señal potenciadora que diga: “el dolor es mi aliado”, “el dolor es parte de mi objetivo”, “el dolor es fuente de poder”, “soy más fuerte que el dolor”, entre otros.
En la actualidad, los atletas de resistencia han declarado que utilizan distintas estrategias cognitivas a fin de minimizar el dolor y con ello intentar maximizar el rendimiento. Los atletas de resistencia usan modelos elaborados de pensamiento durante las competencias; por ejemplo, reviven la totalidad de su carrera académica desde que iba a la escuela hasta llegar a la universidad durante su participación en maratones. Este tipo de estrategias cognitivas se ha clasificado como “disociación”, donde los pensamientos del atleta se separan de la actividad que está llevando a cabo para poder disminuir el dolor. Es un juego del foco atencional.
No obstante, otros atletas han indicado que tanto durante su participación en competiciones como en sesiones de entrenamiento de elevada intensidad usaban predominantemente una estrategia cognitiva que se ha denominado “asociación”. Estos atletas pueden prestar gran atención a lo que están haciendo cuando se esfuerzan mucho, y disociarse cuando siguen intensidades de ejercicio más bajas.
Desde la psicología del deporte, también se utilizan técnicas como la imaginaria, planteamiento de objetivos, la re-estructuración cognitiva, técnicas de relajación, detención del pensamiento entre otras.
El dolor es un sufrimiento que se debe vencer. Ningún deportista de resistencia está a salvo de él. Eso ya lo han demostrado los grandes atletas donde el dolor es otro desafío más a vencer. La capacidad de un atleta para tolerar el dolor es esencial para el éxito. Se debe aceptar que el dolor forma parte de la competencia y del entrenamiento sobre todo en el alto rendimiento.
Es en el dolor donde se revela y se mide el verdadero valor de la persona, ya que implica una respuesta donde está involucrada su actitud y su disposición de lucha. El dolor forma parte de los conflictos de la vida cotidiana que el individuo debe aprender a tolerar, es donde se mide su capacidad para enfrentar la adversidad y las contrariedades de la vida.
Vivimos en un mundo de opuestos: frio – calor; día – noche; alegría – tristeza; dolor – placer. Platón decía: “el placer y el dolor no se presentan juntos, pero si alguno posee alguno de ellos, también está obligado a sentir el otro”. Lo que nos pasa y el modo cómo reaccionamos frente a lo que nos pasa, no depende de lo que nos sucede, sino de la manera cómo valoramos esa situación. En definitiva, el cuerpo hace lo que la mente dice. ¿Qué te suele decir tu mente? ¿Qué estrategias tienes para combatir el dolor? ¿Qué necesitas para controlarlo? ¿Dónde está tu límite? ¿Dónde quieres que esté? Medítalo, el dolor también puede ser tu mejor compañero.
El Lic. Luis Diego Hernández Bonilla es colaborador de la Federación Unida de triatlón y Psicólogo Deportivo y de la Actividad Física. El Lic. Hernández, es parte del cuerpo de especialista que conforma la clínica deportiva Sports Clinic, ubicada en Zapote. Para conocer más sobre este y otros temas relacionados a la psicología deportiva, los interesados pueden contactar al Lic. Luis Diego mediante los teléfonos 2234-1368 o 2234-9087.