Valeria Ávila, joven promesa del triatlón nacional femenino y atleta clasificada al Campeonato del Continente Junior comparte con todos nosotros 5 de sus “secretos” para salir bien librados de la segunda transición de cualquier evento.
PREPARACIÓN: A la hora de dejar los implementos en la transición haga un recuento metal de lo que tiene que hacer durante todo el Triatlón, de esta forma será más fácil ordenar sus ideas y así tener presente que quitarse o ponerse de primero. Para no perder la ubicación de su bicicleta busque a su alrededor por un punto de referencia. De esta manera será más fácil ubicarse después de la natación y el ciclismo.
BAJARSE DE LA BICI: Puede sonar muy obvio, pero el hecho de saber bajarse rápido de la bicicleta puede ahorrarnos unos segundos. El método más eficiente es quedar descalzo con los pies sobre los zapatos de ciclismo, cruzar una pierna hacia un lado y bajarse justo antes de la línea de desmontaje, sin embargo cada quien tiene su propio estilo. Lo importante es saber cuál es y practicarlo hasta dominarlo totalmente.
EN CONTROL: Si bien la T2 puede ser un momento para ganar segundos, también se pueden perder algunos. Es por eso que hay que afrontarla con la cabeza fría y sin perder el control. No es el momento para ver cómo van los demás, sino un momento para enfocarse en lo de uno y tratar de salir lo más rápido posible.
BICICLETA/CARRERA: El cambio de una disciplina a otra es brusco y bastante rápido. Antes de llegar a la zona de transición podemos aflojar un poco las piernas poniendo una marcha más suave y estirarnos un poco preparando el cuerpo para la carrera. A la hora de correr busque un paso cómodo mientras su cuerpo se acostumbra al cambio, eventualmente podrá subir el ritmo hasta el final de la carrera.
PRACTICAR: Usualmente, nos enfocamos en entrenar la natación, el ciclismo y el atletismo todos los días, pero se deja a un lado las transiciones olvidando su importancia. Una buena transición puede ayudar a alcanzar a un grupo o bajarse a correr de primero. Es por eso que es importante practicarla por lo menos una vez por semana, desde el momento que nos bajamos de la bici hasta que salimos a correr.
